Por Viviana Ayilef (escritora) Para tesis de literatura

ENTREVISTA DE VIVIANA AYILEF (escritora) Para tesis de literatura.

¿Dónde y cuándo naciste ? ¿Cómo estaba constituida tu familia?

Nací en Perito Moreno, provincia de Santa Cruz. En mi documento dice que nací en Lago Buenos Aires provincia de Comodoro Rivadavia. Así se llamaba Perito Moreno entonces (1945) y pertenecía a la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia que comprendía el sur de Chubut y el norte de Santa Cruz.
Mis padres Marcial Ossés y Carlina Ruiz, ya murieron. Papá era de la provincia de Chubut y mamá era santacruceña, de Paso Roballos. Tengo tres hermanas menores  y tuve un hermano, Tito, que murió hace algunos años.

Biografía artística y política (militancias).

Creo que, como niño de 1945, hijo de un sargento de la policía de Santa Cruz, nací peronista.
En 1955, cuando cayó el gobierno de Perón, mi papá lloraba junto a la radio a válvulas. Yo, que leía revistas de historietas, esperaba que el general Franklin Lucero –leal a Perón- derrotara a las fuerzas rebeldes. Pero sabemos que eso no sucedió.
En Perito Moreno, mi viejo y otros viejos suboficiales militaban en la resistencia; los cuadros de Perón y Evita estaban en el altillo.
Así que mi militancia se encaminó hacia el peronismo.
En Pico Truncado inicié mi tarea gremial como trabajador de Gas del Estado en 1972. Fui paritario y ocupé diversos puestos en la conducción hasta que el golpe militar de 1976 me puso preso por tres años en Rawson. Salí en febrero de 1979, volví a trabajar a Pico Truncado pero esta vez en el petróleo.  En el marco petrolero volvimos a militar en afiliación de compañeros y prepararnos para la vuelta a la democracia. Volví a Gas del Estado y de ahí pasé al Municipio a trabajar en asuntos comunitarios (cultura, deportes, asistencia social, etc.)
En 1989 vine a Buenos Aires y fui Jefe de Asesores del Senador Molina –mi amigo de Perito Moreno- hasta el fin de su mandato. En el año 2000 renuncié al Senado y me dediqué, hasta hoy, exclusivamente a la tarea artística y cultural: tenía una deuda conmigo en ese sentido y hoy –con tiempo suficiente- puedo decir que hice lo mejor para mí. Es decir que atravesé treinta y cinco años del siglo pasado siempre como protagonista.
Mi vida artística nunca estuvo despegada de mi vida política. Nunca dejé de ser artista y me fui de la actividad política sin resentimientos. Al contrario.

¿Qué recordás/opinás del surgimiento del Movimiento Canto Fundamento (lugares, participantes, eventos)?

Escribí “Canto Fundamento” a principios de la década del ’80 y la grabé en mi primer disco “Hablo del hombre común”.  La canción coincide con un gran optimismo artístico y político  de mi parte (lo veo en mis cuadernos), coincide con una gran producción de palabras y de ideas. Respecto de Canto Fundamento, su nacimiento, su desarrollo no tengo una idea precisa;  la movida recién me “aparece” en Puerto Madryn cuando voy, invitado por los organizadores.

El espectáculo se inició con mi canción interpretada por un pianista que le había incorporado unos arreglos excelentes. Se había metido hasta el hueso en las estructuras y la reinventó, la renació, la hizo bella, sonora. Así, desde la emoción y la sorpresa me conecté con el movimiento.
En esos días me reencontré con conocidos como Chele Diaz, Nelson Ávalos, con Julio Leite, Whashington Berón,  y otros jóvenes como Ismael y Horacio Contreras, Ramón Queipul, José Luis Villarroel.

Si tuvieras que destacar algún elemento temático de las letras de ese “Movimiento”, ¿cuál sería?

Hace un tiempo escribí unas palabras para un disco de mi querido amigo Jorge Víctor Andrada:

Procuren, si son cantores,
el cantar con sentimiento.
No tiemplen el estrumento
por sólo el gusto de hablar,
y acostúmbrense a cantar
en cosas de jundamento.

(MARTIN FIERRO)
Se puede predecir el origen de una canción pero es imposible avizorar adónde la llevará su vuelo.Canto Fundamento nace en los años ochenta en el marco de otras canciones revolucionarias. Su título era una declaración de fidelidad a nuestro poema nacional, el Martín Fierro, escrito por José Hernández cien años antes.

Ha conocido el timbre de muchas voces. Fue el nombre bajo el cual se reunían los cantores y poetas en diferentes ciudades de la Patagonia. Ha sido una declaración de amor y una declaración de guerra.

¿Cómo viviste como músico popular o poeta la década del noventa?

Toda la década del ’90 la viví en Buenos Aires. Llegué en 1989. Las transformaciones fueron, ya sabemos, enormes, nacieron nuevas formas de lucha y resistencia. Si bien mi trabajo formal requería mucha dedicación, saqué dos discos y dos libros (uno de poemas y otro de ensayo). En “La mujer del viento” estaban –tardías- muchas canciones que había escrito la década anterior. Pienso ahora que sobre la temática de la lucha todo lo que tenía que decir ya lo había dicho. La canción urgente no es mi fuerte. La canción es independiente y ya vemos que  - por citar dos- tanto “Canto Fundamento” como “Hablo del hombre común” siguen vigentes.

¿Tuviste algunos trabajos alternativos al de músico/poeta en el período 1979/1999?

Ya lo dije en la segunda pregunta pero, cronológicamente, diría:
En febrero de 1979 salí de Rawson. A principios de 1980 empecé a trabajar en el petróleo, volví a mi viejo trabajo de Gas del Estado con la democracia de Alfonsín, fui funcionario municipal y en ’89 vine a Buenos Aires a trabajar con mi amigo Pedro Molina, nacido también en Perito Moreno. Muerto Pedro, sigo unos años en el Senado y en el 2000 renuncio y me dedico exclusivamente a la tarea artística.