El “Gato” Ossés y una trilogía que ayuda a comprender
Viernes 25 de Noviembre de 2011
El “Gato” Ossés y una trilogía que ayuda a comprender
Héctor “Gato” Ossés (nacido en Perito Moreno) pasó nuevamente por nuestra ciudad para, por un lado, promocionar su último trabajo discográfico, y también para participar de algunas actividades a las que fue especialmente invitado.Además, como es su costumbre, visitó viejas amistades, esas que siempre lo están esperando con los brazos abiertos para conversar. Con el disco en sus manos, el “Gato” se dispuso muy amablemente a charlar con nosotros. En la oportunidad, explicó los detalles del disco, la intencionalidad y concepto elaborado, y además, conversamos sobre todo aquello que rodea a la vida del artista actualmente.
LOA: Con Patagonia ADN se cierra un trabajo sumamente valioso, ¿qué podés decirnos al respecto?
Héctor Ossés: Es el tercer disco de una trilogía que comenzó en el año 2007 con “Patagonia Al Sur”. Para mí, es una ponencia o una tesis que estoy elaborando, y donde trato de expresar mi pensamiento respecto de qué es la música patagónica. En ese sentido, creo que tiene tres afluentes, uno el de los golpes ancestrales, los primordiales, que sería el latido de la tierra que nos han negado, y que acá, en este disco, lo vamos a escuchar en “Mollitún”. Después, tenemos el acordeón, que vino en la maleta de los abuelos, a veces envuelto en un poncho fino, atado, tipo mochila. El acordeón traía escondido en su fuelle la ranchera, la polka, el paso doble, el baión, porque era música para el baile y la diversión. Con eso, y con la vitrola, se hacían los bailes en las estancias. Ese es el segundo afluente, y el restante, es el que nos trajeron los, también arrieros y estibadores, que venían con sus guitarras y aportaron la música pampeana, como los estilos o milongas. En ese aspecto, recuerdo que yo tenía un tío cantor de estilos que podían durar muchísimo, y recuerdo especialmente la zaga de un gauchito, por ejemplo, que tranquilamente duraba una hora y media. Un relato, una especie de romance de un personaje. Eso lo viví intensamente, porque estaba al lado del tío, escuchándolo, y tenía a lo mejor 6 años. Así que todo eso creo que viene a confluir, que son los afluentes de este río que es la música patagónica.
LOA: ¿Creés que esa idea ha sido comprendida?
HO: Creo que estoy haciendo fuerza para eso; aunque yo sigo por mis convicciones únicamente. Pero también, como todo eso que explicaba lo sé, lo estudié, y lo aprendí, siento que tengo la obligación de tratar de difundirlo.
LOA: Digamos que no estás solo en ese camino…
HO: Es que, por ejemplo, yo acabo de grabar a “Nito” Sáiz, que es un autor chubutense que piensa más o menos lo mismo que yo y por eso hizo un paso doble en este disco, llamado “Solito en el Campo”. Pero lo que sí puedo decir es que soy un extremo o una parte de la discusión, porque están aquellos que han encarado a la música patagónica como si fuese el producto de los pueblos originarios. Es decir, como si no hubiera otra manera de expresar la Patagonia sino a través de esa forma. Esto me pasó a mí también, pero no es de ahora, desde hace mucho. Incluso, una vez concursé con un tema como “Avutarda”, por ejemplo, que es una canción muy querida por la gente, y perdió con un rarísimo tema que nunca más se escuchó por ningún lado. Mi canción perdió, pero porque los jurados eran un tal Ibarra de Neuquén y otro más, que ambos adherían a la música originaria pero con un sesgo que a ellos mismos les convenía. La realidad es que los padres de la música patagónica son Marcelo Berbel y Abelardo Epuyén González. Marcelo Berbel, por ejemplo, escribió loncomeos pero también hizo polkas y rancheras, y Abelardo también. Es decir, ellos no estaban balanceados hacia una parte. Y creo que si hoy estuvieran vivos coincidirían con esto que digo. De todas maneras, habría que aclarar que no me siento en absoluto molestado por nadie en lo que yo hago. Creo que simplemente es una tarea que por convicción la sigo haciendo, sigo actuando, que además me cuesta mucho conseguir presentaciones.
LOA: ¿Qué hay para agregar al respecto?, porque tocar no está nada fácil para los artistas patagónicos…
HO: No viene mal ahora recordar que muchas veces Hugo Giménez Agüero ha dicho que no lo llevaban a tal o cual festival. En realidad, no lo llevaban nunca. Jamás. Y eso me pasa ahora a mí también, que hay festivales a los que no me quieren llevar. Entonces, son fiestas que se hacen con fondos públicos, con infraestructura municipal, pero sin contenidos patagónicos.
LOA: ¿Por qué prima lo comercial por sobre lo autóctono o regional, que directamente es poco tenido en cuenta?
HO: Creo que es muy simple: la responsabilidad es de las comisiones organizadoras, de los directores artísticos de esos festivales a quienes se les ha cedido la posibilidad de organizar la fiesta. Pero como ellos no tienen la responsabilidad de gobierno, entonces lo organizan como les parece. Y si creen conveniente traer a Pimpinela al Festival de Pico Truncado, lo traerán. Es una extemporaneidad.
LOA: Pero, de todos modos, que se le dé prioridad a otros fenómenos por sobre lo regional es una realidad existente a nivel cultural en general…
HO: Es cierto, pero pienso yo que es cholulismo. Además, en mí caso, soy fundador del Festival de Pico Truncado, y la idea nuestra originalmente era tener un espacio para que toquen los artistas patagónicos. Nosotros organizábamos el festival como se organiza el tenis, un cabeza de serie nacional, primero; segundo, un regional, y tercero uno del pueblo. Y así funcionaba, pero ahora no funciona más así y eso le está haciendo muy mal a la difusión de la música. El festival hizo que creciera el repertorio, que aparecieran muchos músicos, pero resulta que ahora no nos contratan. Ese es el problema que se generó.
LOA: ¿Cómo podría revertirse esa situación a favor de los artistas?
HO: A mí me parece que, por ejemplo, en Santa Cruz siempre hubo una política de Estado en torno a los festivales, porque, estamos de acuerdo que el Estado siempre los apoyó a todos. Entonces, se debería exigir como contraprestación a esos fondos, que se contraten músicos patagónicos. Simplemente. Es que nosotros no le vamos a dar la plata para que la gasten toda en artistas nacionales. No, un porcentaje tiene que estar dedicado a los locales.
LOA: Con relación a la presentación del disco, ¿todo queda supeditado a que levanten el teléfono y llamen o ya tenés algo en mente?
HO: Como “gato” que soy, me defiendo mucho. Y busco por todos lados, tengo aliados y voy a seguir teniéndolos. Creo que en los próximos festivales estos discos van a estar presentes; en los aniversarios de los pueblos, que es la única manera. Y también voy a hacer en Comodoro Rivadavia una presentación que ya la tenemos arreglada, para presentarlo a Nito Sáiz. Y en Buenos Aires probablemente hagamos un espectáculo en el mes de abril, que se va a llamar “Patagonia ADN: Danzando en el Viento”, que es en sociedad con “La Chuza”, un grupo de Trelew. Tengo suerte de tener una compañía ahora, que es EPSA Music. Y tengo suerte de que “La Folklórica”, con la dirección de Marcelo Simón, me está dando mucho lugar, no sólo en la difusión de la música, sino en cortos que ellos tienen como “Salamancas y Caminos”. Pero es música patagónica, está tan fuera de difusión masiva como tantas otras músicas de la provincia de Buenos Aires, el Altiplano o Cuyo.
LOA: ¿Qué esperas que ocurra con el disco?
HO: Ratifico lo que dije antes. Creo que tengo un compromiso con mis convicciones, que son estas, las que están expresadas en este disco. Y mi anhelo por recibir el reconocimiento y apoyo que necesitamos, que es indispensable. En todas estas grabaciones, sólo el Fondo Nacional de las Artes me ha apoyado, pero nadie más, al menos oficialmente. Y yo vivo únicamente de mi profesión, y de mi jubilación, que no es de privilegio (risas).
LOA: ¿Cuáles dirías que son las perlas de este disco, en cuanto a las canciones?
HO: Yo diría que la perla es “Solito en el Campo”, el paso doble de Nito Sáiz y lo raro, que aparezco cantando en mapuche el “Mollitún”. Pero me parece que “Solito en el Campo” va a pegar mucho, porque incluso ya es un tema querido por ejemplo en Comodoro Rivadavia, a pesar de que es inédito.
Finalmente, hay que decir que el “Gato” Ossés participó invitado especialmente el pasado miércoles, en la Escuela Especial Nº 10, donde fue presentado el material curricular de Música Popular Santacruceña (Volumen 1). “Es decir que oficialmente el CPE incluirá la música popular santacruceña en la currícula”, explicó Ossés, quien recordó que desde “el pasado mes de marzo venía trabajando junto a Elizabeth Villarruel y Marcela Galindo, a quienes les fui pasando material al respecto”.
De acuerdo a lo expresado en la invitación, “el proyecto tiene como objetivo poner en valor parte del patrimonio intangible desde la producción musical de algunos autores identificados con la provincia de Santa Cruz en el contexto de enseñanza y aprendizaje”. Para el “Gato”, esto es algo “que llena de satisfacción, porque si bien se ha trabajado mucho con chicos de EGB, que sea una cosa oficial tiene mucho valor”, concluyó.
fuente: http://www.laopinionaustral.com.ar/diario.asp?Modo=Noticia&NId=44868