El otro polo

Martes, 30 de Marzo de 2010 09:28

Todo este tiempo sin escribir  lo utilicé para entrenarme en una adaptación rápida a la vida en China.

Se podría decir que ya tomamos con naturalidad las "+11 horas" de diferencia. Que, a veces acompañamos con una siesta el sueño nocturno de nuestros familiares y amigos. Manejamos bien los palitos y, a las seis de la tarde, cenamos. Ya sabemos todas las palabras necesarias para realizar actividades comunes. Tenemos compañeros de Rusia, Kazajtán, Vietnam, Polonia, Alemania, Uzbekistán, Japón y, nuestro preferido, Jorge,un español;  amigos de Chile, Perú, Irlanda, Indonesia, Botswana, Lesotho, Níger, Togo y, por supuesto, nuevos amigos chinos.

Pero, claro, se trata de un entrenamiento.

El universo chino es de una extensión tan impresionante que sólo estamos en condiciones de sospechar la luz de alguna estrella perdida.

Nos hicimos socios del Instituto Cervantes de manera que tenemos acceso a libros en nuestro idioma. No hemos visto librerías que ofrezcan textos en castellano.Uno de los primeros libros que me traje del Cervantes fue:

"Historia del pensamiento chino".

Se trata de un texto extraordinario que aborda el pensamiento chino desde 1800 años antes de Cristo.

Si bien el tema parece árido, difícil, la autora se encarga de facilitar la lectura y el viaje a través de milenios de cultura. En la Introducción, Anne Cheng cita a Simon Leys (crítico y ensayista sobre arte, cultura y política China).

Dice Leys:

"Desde el punto de vista occidental, China es sencillamente el otro polo de la experiencia humana. Todas las grandes civilizaciones o bien están muertas (Egipto, Mesopotamia, la América precolombina) ...///... o bien son demasiado cercanas a las nuestras (culturas islámicas, India) para poder ofrecer un contraste tan total, una alteridad tan completa, una originalidad tan radical y esclarecedora como la china. Sólo cuando consideramos China podemos por fin medir con más exactitud nuestra propia identidad.

.../// China es ese Otro fundamental sin cuyo encuentro Occidente no podría cobrar realmente conciencia de los contornos y límites de su Yo cultural."

Creo que es una definición formidable. Por algo la autora introduce este párrafo en las primeras páginas.

Yo diría que China es un espejo fabuloso:nos refleja en toda la dimensión de nuestras diferencias. Claro que se trata de una afirmación literaria. La fascinación por los espejos es una herencia borgeana.

<a href="http://www.ed-bellaterra.com/php/llibresInfo.php?idLlibre=53" target="_blank" rel="noopener">http://www.ed-bellaterra.com/php/llibresInfo.php?idLlibre=533</a>
- Historia del pensamiento chino. Anne Cheng (Barcelona)
Edicions Bellaterra, 2002.

Fuente: <a href="http://www.vocesyapuntes.com/index.php?option=com_content&amp;view=article&amp;id=6998:el-otro-polo&amp;catid=20:hector-qgatoq-osses" target="_blank" rel="noopener">http://www.vocesyapuntes.com/index.php?option=com_content&amp;view=article&amp;id=6998:el-otro-polo&amp;catid=20:hector-qgatoq-osses</a>