Por Luis Álvarez (músico) para su tesis

Entrevista de Luis Álvarez (músico) para su tesis.

A compositores patagónicos:

01- ¿Dónde nació?

Nací en un lugar cuya nominación ya no existe en los mapas: Lago Buenos Aires, Zona Militar de Comodoro Rivadavia. Es decir, Perito Moreno, Santa Cruz.

02- ¿Dónde ha residido y donde lo hace actualmente?

Hasta 1989 viví en distintos lugares de Santa Cruz; 20 años  de ese tiempo los pasé en Pico Truncado, la zona petrolera. Desde 1989 resido en mi casa de Barracas, Buenos Aires.

03- ¿A qué edad comenzó a componer?

A los 18 años compuse algunas canciones pero la composición consciente y destinada a ser difundida, comenzó algo más tarde. A los quince años había conocido músicos que tenían canciones propias realizadas con el molde del folklore de ese entonces (década del 60). Ahí pensé que podía escribir mis propias canciones; mi primera “letra y música” fue una zamba que nunca salió a la luz que tenía que ver con la Huelga del 21. La primera oficial es “Tehuelche” (1967).

04- ¿Qué temáticas abordan sus letras?

Creo que el título de mis discos expresa la temática de cada una de las canciones que lo componen: “Hablo del Hombre Común” habla de los oficios (petrolero, albañil, esquilador, etc.) y a su vez los pone en el contexto de la época (década de los ’70).  Enseguida edité “La mujer del viento” que abordaba cuestiones relacionadas con la mujer (Cormorán de madera, Polka de Doña Elcira, etc.) mezcladas -envueltas-  con canciones de la militancia como “El viejo miedo”. De ahí en adelante grabé “Canciones de últimamente” donde (creo) comienzo con un relato de lo patagónico siempre sin entrar en lo étnico ni en lo paisajístico (sin desmerecer estos abordajes) En este momento estoy trabajando con el tercer disco de una trilogía: “Patagonia al Sur”, “Gato Ossés en el camino” y el que será “Patagonia ADN”. Quisiera hacer una ponencia sobre la música de nuestra región. Una síntesis desde mi punto de vista. Espero establecer un hilo conductor que venga desde los sonidos de la tierra hasta mi generación.  En mis primeros discos ya había rescatado “El Monono” (escrita por Chacho Ortega, tal vez en 1945) y  la “Polka de doña Elcira” que no tenía título y era conocida porque le gustaba a la tía Elcira. El portador del recuerdo de esa polka era mi viejo. En estos discos estoy grabando autores: Valeriano Avilés, Abelardo Epuyén González, Marcelo Berbel, El Bardino y a mis contemporáneos Chele Díaz y Nito Sáiz.  Creo que uniendo mis canciones a las de ellos voy a lograr una síntesis de la idea que sostengo respecto de la canción patagónica.

05- ¿Qué género/s musical/es utiliza para sus canciones?

Creo que lo más constante es la milonga tratada de diversas maneras. También usé el blues o el género country norteamericano. He compuesto usando la base de los golpes originarios; me siento influenciado por la acordeón verdulera y compuse polkas, baiones y pasodobles. Siempre toqué con banda utilizando una guitarra con cuerdas de acero, la mía con cuerdas de nylon, bajo, percusión y armónicas.

06- En sus letras, ¿tiene un estilo figurativo, abstracto o ambos? ¿Por qué?

Ambos.  Hay canciones como la “Milonga del Tiempo”, “Milonga Cinco”, “Caballo azul” que son de indudable estilo abstracto y otras como “Mi hermano Tito” o “Patagonia te quiero” que son figurativas. Si supiera por qué adivinaría también por qué caen las ideas al consciente, por qué caen ya tan definidas, tan “enteritas”.

07- ¿Cuántas de sus canciones se encuentran grabadas?

Grabadas por mí, 48. A su vez otros intérpretes han grabado “Avutarda”, “Hombre Común”, “Águedo Ruiz”, y otras.

08- ¿Sus discos son producciones independientes o con sello discográfico?

Independientes. A partir del disco que estoy grabando ahora, “Patagonia ADN”, la distribución y publishing la realizará EPSA.

09- ¿Difunden su música en las radios de su región?

Sí. Hay una gran disposición en radios y TV para difundir mis canciones.

10- ¿Y en otras regiones?

Fuera de la Patagonia Sur, no lo sé con certeza pero creo que no hay difusión.

11- ¿Por qué supone que sucede?

Porque la música patagónica es una música de culto, es subterránea, está fuera de todos los circuitos. Tendremos que trabajar mucho todavía para que aparezca el resto de nuestra “séptima parte del iceberg”.

12- ¿Cómo podría modificarse esta realidad?

Todo depende del mercado de la música. Por ahora, el litoral, el altiplano, cuyo, la provincia de Buenos Aires y la patagonia; están fuera. Quizá se modifique en el futuro aunque no veo el camino. Nuestra propia gente, nuestro público no está convencido. Les resulta sencillo sentirse patagónicos pero no logran comunicarse con la música que hacemos nosotros a pesar de que, en mi caso, muchas canciones son muy conocidas. Se podría decir que nuestras canciones pertenecen al difuso territorio de la cultura y las otras, las de los festivales, pertenecen al espectáculo.

13- ¿Conoce otros autores patagónicos de folklore, rock o trova?

Desde Abelardo Epuyén y  Marcelo Berbel hasta mi generación los conozco a todos. El Encuentro que se hacía en Trelew me permitió conocer a los jóvenes.

14- ¿Le gusta la propuesta de alguno de ellos?

Con algunos estoy cerca y con otros estoy lejos.

15- ¿Sabe si los difunden radialmente?

La música patagónica tiende a no ser difundida, a no ser vendida en las disquerías y a no ser contratada en los festivales. Esa es la tendencia (hay excepciones).

16- ¿Piensa que hay una canción patagónica?

Una idea fuerza que siempre merodeó los pensamientos culpables es que “la Patagonia no tiene folklore”: para los que nos piden algo como chacarera o chamamé: no, no tenemos. No tenemos zamba, ni gato, ni tonada. Pero nosotros somos la continuación de la llanura pampeana así que, en un sentido, tenemos influencia directa de la cultura y folklore de esa región.
Después de los cataclismos, luego de la retirada de los hielos, cuando se preparó a sí misma para recibir al Hombre, la Tierra le entregó su música: es ese “golpe-latido primordial”, es ese ritmo intrínseco de la tierra, que no tiene nombre y nunca lo tendrá. Ese golpe se transformará en folklore. Y la presencia de la acordeón y la guitarra es centenaria. Los músicos iban y venían del toldo a los boliches, de pueblo en pueblo, de campamento en campamento. Y los instrumentos iban con ellos. Por lo tanto: la suma de habitantes, los sonidos primordiales, más instrumentos musicales y aportes culturales da como resultado el folklore (el saber popular). Y nuestro folklore es diferente al de otras regiones.

17- ¿Vive de su actividad artística o de otra profesión?

Vivo de mi actividad como músico y escritor a partir del año 2000 en que dejé los trabajos formales.

18- Aproximadamente, ¿cuántas veces al año se presenta en público? ¿Por un cachet fijo, por las entradas o solidariamente?

Con mi banda, hasta el 2008 tocaba, por lo menos una vez por mes. El 2009 fue un año flojo y en el 2010 estuve en China. Este año se presenta como para superar los promedios. Hay que agregar que en ocasiones hago actuaciones individuales  con mis armónicas y guitarra, o bien con uno de mis músicos, lo cual aumenta el número de shows. Normalmente se trata de un cachet fijo.

19- ¿A qué público llega su propuesta: urbano, rural, folklorista, rockero, popular, intelectual, otros? ¿Por qué?

Mi propuesta es muy amplia así que diría que es muy amplio el abanico de receptores. Siempre me pensé como un artista urbano con fuertes lazos con la cultura rural.

20- ¿Cómo llega su propuesta a la gente mayormente: por las presentaciones, los discos, los medios de comunicación, internet o de alguna otra manera?

Utilizo todos los medios a mi alcance, desde las giras hasta la página web, desde el disco a YouTube. Envío gacetillas a un gran número de medios de difusión y, como artista, respondo a todos los llamados, entrevistas y contactos. Creo que mi contrato con EPSA me dará mayor llegada a través de los discos y de los portales de todo el mundo que ya están vendiendo mis temas.

21- ¿Por qué otras regiones del país han insertado su cancionero y autores en la cultura argentina y la Patagonia ni siquiera lo logra entre sus propios habitantes?

Conozco unos pocos cancioneros verdaderamente fuertes e insertados en la gente: el tango,  la chacarera, el chamamé.
La Patagonia, me parece, está trabajando en una síntesis.
Hay que pensar que las primeras canciones patagónicas nacieron recién  entre las décadas del ’40 y ‘50. Pero nuestra región es una tierra receptora de múltiples culturas, de grupos humanos que vienen con su propio bagaje de canciones. Y en ese aluvión, las canciones pioneras perdieron la consistencia de los primeros años. La diferencia en el número de habitantes entre los años ´50 y el siglo XXI, es enorme. Las primeras canciones fueron perdiendo peso en forma proporcional al aumento del número de habitantes. Hasta fines de los ´70 la comunidad se había apropiado de “Cazando jabalí”, “La pasto verde”, y otras. El Festival Austral del Folklore, del que soy fundador, nace en ese contexto (1969).
La canción patagónica es una música que se está gestando, que no ha sido apropiada por el caleidoscopio humano.

22- ¿Es responsabilidad de los medios de comunicación, de los ciudadanos, de las políticas culturales y educativas del estado o de los artistas; cambiar esta realidad?

Es responsabilidad de los artistas. Tenemos que seguir trabajando sin esperar reconocimientos. Las políticas culturales permiten que lleguemos a los escenarios. Las políticas educativas pueden permitirnos llegar a los alumnos del secundario y mostrarles que hay algo después de la cumbia y el rock y ser convincentes y profesionales para transmitir toda nuestra cosmovisión. Pueda ser que logremos convencer a un par de ellos.