El gorila interior. Ganó Macri.


Si sumamos Milei+Bullrich, tenemos un dato certero de lo que piensa una parte de la sociedad argentina. Esta vez, si son gobierno, harán lo mismo, pero más rápido (tal como aseguró Macri luego de perder su reelección).
El núcleo duro de los votos obtenidos por M+B pertenece a esa parte de los argentinos que son antisistema, a los que apoyaron a todas las dictaduras (“a mí nunca me molestaron” suelen decir). A esta papelera de reciclaje de la democracia van a parar los votos de los antiderechos, los que están en contra del acceso a la interrupción voluntaria del embarazo; los votos de los que odian la identidad de género, a los jubilados, a los planeros (a los pobres en general) a los discapacitados, matrimonio igualitario… en fin, es el núcleo duro de los que están en contra de los derechos que supimos conseguir. Ellos no se alegran de la recuperación del nieto 133. No repudian el intento de magnicidio. Son enemigos declarados de mapuches y otros colectivos.
A esta verdadera roca madre se le agregan los votos de otro origen: bronca, que se vayan todos, son todos chorros, los que ven al peronismo como kirchnerismo (que permite agregarle un plus al gorilismo).
Estos votos son “devotos” del terrateniente, de la patria financiera, del partido judicial y, en el pasado, fueron afiliados al partido militar.
En estas horas escuché y leí muchas opiniones. Todos hablan solamente del voto bronca. No lo creo. Voto bronca, fue el voto contra De la Rúa cuando dentro de los sobres había desde preservativos a rodajas de fiambre (por citar lo más delicado).
Tenemos que derrotar nuevamente a Macri, vencer al artefacto M+B.